Una nueva justa del torneo más importante de clubes ha dado inicio estrenando formato, y uno de los clubes que suelen tener mayor presión de parte de sus aficionados es el Barcelona debido a la sequía de buenas actuaciones en momentos clave que arrastran desde la edición 2015.
Aunque generó espectativas muy grandes para el inicio de la Champions por sus exhibiciones en el arranque de la liga, sufrieron de un descalabro de parte del Mónaco, quien se llevó el encuentro con marcador de 2-1, en donde el equipo blaugrana jugó con 10 jugadores desde el minuto 10′ por la expulsión de Eric García.
Ya sea un accidente o no, se deben tener en cuenta diversas variables por las cuales el club catalan aún no podría ser considerado como un candidato fuerte para ganar el certámen, como podría ser la nueva gestión técnica, que aunque a corto plazo parezca una solución, el equipo de Flick aún tiene que sacarle jugo a todos jugadores para que haya un mayor entendimiento en la cancha.
Otro asunto que ha sido un lastre para el Barça han sido las lesiones constantes de jugadores importantes en su cuadro titular, entre las más recientes, la lesión de su nuevo capitán, Ter Stegen. Debido a esto, no se ha podido tener las variantes necesarias dentro del campo de juego para poder competir contra los grandes equipos candidatos al título, y esto a su vez, ha obligado a que La Masía tenga una producción impresionante de jugadores, que aunque se tenga que mencionar la calidad de chicos como Cubarsí, Baldé, Gavi, Casadó, Fermín, y la joya de la corona, Lamine Yamal, el equipo no cuenta con experiencia en este tipo de torneos donde la exigencia es máxima y un error puede ocasionar la eliminación del equipo.
Aún falta ver el desempeño del equipo en las próximas fechas, pero la razón podría decir que los catalanes aún deberán esperar para poder aspirar al título más importante de clubes, como en algún momento supieron hacerlo, hace ya más de una decada.
