En uno de tantos amistosos contra clubes, la selección mexicana se enfrentó al Valencia, con mil y un ausencias, pues los chés se presentaron con un plantel lleno de juveniles y solo un par de jugadores titulares.
Sin mucha expectativa, poco más de treinta mil aficionados se dieron cita para abarrotar las butacas del estadio Cuauhtemoc, presenciando una humillante presentación de la selección.
Los dirigidos por Javier Aguirre comenzaron ganando con gol de Alexis Vega al minuto 8’, luego Oziel Herrera amplió la ventaja con un gol al minuto 33’, sin embargo la selección bajó la velocidad y firmó una actuación francamente decepcionante.
Dani Gómez, con autoridad y superioridad supo hacer su juego frente a la débil defensa central de la selección mexicana, y con goles al 42’ y 62’ puso el empate en el marcador.
Un equipo juvenil compitiendo de tú a tú a la selección mexicana, con jugadores estelares, en casa y con el apoyo de su afición, una auténtica vergüenza.
A pesar de la “superioridad” de México, el Tri se mostró como siempre, sin generar juego sin concretar las pocas oportunidades que tiene y sin solidez defensiva a pesar de tener a los jugadores en “mejor momento”.
A pesar de contar con juveniles el Valencia llegó a Puebla para competir y dar una muestra más de que la selección mexicana no jugó, no juega y no jugará bien.
Un empate con sabor a derrota, un empate humillante y un empate reflejo de una realidad oscura y pobre de la selección mexicana.