Pasaron exactamente 232 días desde que Éder pisó por última vez un campo de juego, y después de 8 meses el brasileño volvió en el tramo más importante de la temporada.
Militão jugó los últimos momentos del partido contra el Athletic, de cara a los cuartos de final de la Champions esperando a que el zaguero central esté en condiciones para poder alinearlo.
«He pensado mucho en este momento. Han sido días difíciles, pero ahora toca disfrutar. Mi vuelta tenía que ser aquí, en casa. Además, frente al club contra el que me lesioné. Volver contra ellos para mí es una felicidad»,
confesó el brasileño.
«Tenemos un grupo que no se puede describir. Es de una grandeza… te apoyan, te ayudan y entrar y recibir su cariño es un honor. Pienso en todas las personas que me ayudaron, desde fisios hasta los familiares. Ha sido un momento muy difícil. Ahora, a por el City», añadió Militão.
Ancelotti en rueda de prensa previa al partido contra el Athletic declaró que todavía no están seguros de su participación contra el City: «Puede ser que no, puede ser que sí. Militao es un jugador importante, que nos ayuda en muchas facetas. No digo que esté al 50-50, puede que sea un 70% no y un 30% sí, pero no descarto nada. Porque Militao nos da mucho, en juegos aéreos, duelos individuales…», expresó el estratega merengue.
De no poder aparecer Éder, Ancelotti ya confesó que Nacho o Tchouameni serían los acompañantes de Rüdiger en la defensa central.